La danza promueve el desarrollo lúdico y corporal del ser humano que lo conecta con sus emociones, sensaciones, sentimientos, pensamientos y lo llevan a identificarse y mirarse como un ser integral, es decir, como un ser que vive su subjetividad, objetividad, espiritualidad en interrelación con una serie de significados afectivos, relacionales, racionales que se producen en la contexto con el que se relaciona. Por ello se ve la necesidad de generar espacios de encuentro, juego, diálogo, aprendizaje en donde la población infantil que habita en el DMQ a través de las danzas tradicionales y populares de Ecuador, identifique, se sensibilice y concientice su cuerpo en relación con su entorno social y cultural del cual es parte.